En el primer trimestre de 1911, durante la Feria del Segundo Viernes de Cuaresma, se encontraban en Cuautla, Emiliano Zapata y Pablo Torres Burgos, dueño de un almacén y boticario de oficio, lector de periódicos y por lo tanto conocedor de lo que ocurría no sólo en su municipio, sino a nivel nacional.
El tema obligado de conversación fue la lucha de Francisco I, Madero, quien había lanzado el Plan de San Luis, pidiendo a la población levantarse en armas por las elecciones y había iniciado el movimiento revolucionario el 20 de noviembre anterior.
Todos comentaron que a Madero lo dejaron solo en su lucha, a excepción de Aquiles Serdán, quien en Puebla intentó el camino de las armas pero fue acribillado en su casa, tras esconderse por varias horas en un sótano. Es así que Emiliano Zapata, convencido de su ideal de regresar las tierras a los campesinos, inspirado en las ideas reformistas de los hermanos Flores Magón, acordó con Pablo Torres Burgos unirse al movimiento maderista.
Fue así como decidieron buscar a Francisco I. Madero. Pablo Torres Burgos hizo un viaje de varias semanas por tren y se entrevistó con él en los Estados Unidos y se regresó para iniciar la revuelta en el Estado de Morelos, con la idea de tomar las principales ciudades del Estado. Pablo les explicó a Emiliano Zapata y a Otilio Montaño, el profesor del pueblo, lo que le dijo Madero y con un grupo de seguidores, al filo de las diez de la noche bajaron al centro del pueblo y tomaron Villa de Ayala, ante la sorpresa de la policía que eran sus propios vecinos, quienes no opusieron resistencia.
Este es un fragmento del libro: Emiliano Zapata a 100 años de su muerte, si desea adquirirlo, de Click aquí: Libro Emiliano Zapata a 100 años de su muerte
90 páginas a color tamaño 21×21 cm
951 lecturas