Hace cientos de años que Oaxtepec era sitio de veneración por nuestros antepasados aztecas, principalmente por su bondadoso clima, abundante vegetación y los numerosos manantiales de agua cristalina, ahí, enmedio de tanta belleza se ubica el Balneario El bosque, sitio desarrollado en los años sesentas, bajo la visión de los ejidatarios que hasta el día de hoy administran el lugar.
Este sitio sigue siendo famoso porque sus bellezas naturales han resistido el paso del tiempo hasta llegar a nuestros días. Oaxtepec es desde la época prehispánica el sitio ideal para restaurar la salud física, mental y emocional; fue lugar de recreo y jardín botánico de los señores mexicas, y es considerado por muchos como el mejor de todos los jardines del México prehispánico.
Mucho antes de que se crearan los primeros jardines botánicos europeos ya existía el de Oaxtepec; en él se cultivaban plantas de todo tipo que eran llevadas a ese lugar desde los sitios más lejanos; a las plantas curativas se les prestaba una especial atención, ya que los médicos indígenas las clasificaban de acuerdo con el fruto, las hojas, tallo y el color, para qué persona debía indicarse y cómo debía aplicarse. Además, en este jardín se cuidaba que la fauna armonizara con el sitio, incluyendo pájaros, mamíferos y peces.
El valor de la historia de Oaxtepec y de su región circundante, se entreteje con la memoria de soberanos y nobles indígenas; emperadores como Tzipapalotzin “el señor de las mariposas” y Moctezuma, emperador amante de la naturaleza que disfrutaba orgulloso aquel jardín, al que adornó con rosas que jamás habían visto los mexicanos, por ser de suaves olores y muy vistosas, que merecieron el elogio de Hernán Cortés.
Los habitantes originales supieron aprovechar el beneficio de sus bienes; el esplendor de la naturaleza brinda al sitio la sombra fresca de sus árboles y el prodigio de sus aguas curativas. Aquellos habitantes hicieron de Oaxtepec un recinto de reposo y recuperación cuya fama trascendió los confines del imperio indígena.
Sus ruinas arqueológicas nos hablan de su avanzada cultura, hoy en día podemos admirar una gran piedra matemática de los sacrificios, aquí se veneraba al dios Tezcatlipoca (de todo lo creado), para recibir sus dones se pinchaban las extremidades con púas de maguey, también se pedía por la protección de las cosechas y las plantas.
Todas estas bellezas están a su disposición, aquí puede quedarse a acampar y admirar las mismas estrellas que los emperadores aztecas, sumergirse en la poza azul y disfrutar del “Paraiso de América”.
Boulevard Lomas de Cocoyoc S/N, Oaxtepec, Yautepec, Morelos.
Entrada por Fraccionamiento Lomas de Cocoyoc, Oaxtepec, Morelos.