El Convento de San Guillermo Totolapan fue fundado en 1534 por fray Jorge de Ávila. Su atrio perfectamente delimitado nos permite ver con claridad el paso procesional y la ubicación de las capillas posas, de las cuales podemos ver dos, y una adosada al convento. El acceso al claustro es a través de un pórtico (que quizá sirvió de capilla abierta anteriormente); se encuentran dos niveles alrededor de un patio central de menores dimensiones que sus contemporáneos, hacia el cual se ven arcos de medio punto. Lo que fue la celda prioral ha sido recientemente restaurada y es de notar que aquí se encontró pintura mural donde se ve escrito el “Padre Nuestro” en náhuatl.
El templo de una sola nave, con bóveda de cañón corrido, tiene una fachada con arco de medio punto moldurado y enmarcado por dos pilastras de sección circular y un nicho con la imagen de San Guillermo. Más arriba, abriendo hacia el coro alto, una ventana de forma circular, pero sin rosetón. Entrando a la nave, nos encontramos con dos lienzos que narran la historia del Cristo de Totolapan, antigua tradición.
Al lado norte está la torre, de factura posterior.
Destaca la decoración pintada que ostenta toda la fachada en los paños que en otros templos vemos totalmente lisos y sin decoración.