Hay dos leyendas que envuelven el origen de esta laguna: La Leyenda de Cuauhtlitzin, la historia de una doncella que fue expulsada de Xochicalco, y la Leyenda de la Tlalchana, una sirena que suele aparecer y con su canto cautivar o asustar a los que la escuchan.
La historia oral de los mayores cuenta que Cuauhtlitzin, fue una princesa sacerdotisa del Dios Quetzalcóatl, que, para salvar a su aldea, atacada por la tribu Mexica, en la disputa por las fértiles tierras se quitó la corona de flores blancas de cazahuate y las esparció tras el paso de su gente surgiendo la Laguna de Coatetelco y salvándolos de la dominación y sufrimiento.
Por ello, en su honor cada año en el mes de junio acuden a rendir homenaje y esparcir flores por la laguna, sin embargo, cabe menciona que éste es un sincretismo religioso en el que mezcla la tradicional feria patronal en honor a San Juan Bautista con la leyenda de Cuauhtlitzin.
Otra de las leyendas que envuelven el origen de esta laguna es una que cuentan pescadores; aseguran que en estas apacibles aguas apareció una singular y hermosa mujer, quien de la cintura para abajo era pez, La Tlalchana, quien fue una sirena de agua dulce que formó esta laguna para quedarse, y dicen, entre los murmullos y el viento se escucha su hermoso canto, pero hay quienes la escuchan llorar y lamentarse.