El Restaurante El Madrigal, en Cuernavaca está rodeado de un exuberante jardín.
La propiedad cuenta con 14 mil metros cuadrados de jardines, un lago y una bella cascada. Abrió sus puertas por primera vez en noviembre de 2001 y luego de 19 años solo cerró por la pandemia de 2020, afortunadamente ha vuelto a abrir sus puertas a partir de julio, con las medidas sanitarias que exige la nueva normalidad.
Está ubicado al final de la calle Sonora, en el número 115, en una de las zonas residenciales y comerciales más exclusivas de Cuernavaca, a unos pasos de la popular avenida San Diego, en la colonia Vista Hermosa.
Madrigal significa poema de amor hecho canción y está catalogado como uno de los 100 mejores restaurantes de México.
El jardín cuenta con excelente diseño de paisaje, en el cual conviven armónicamente cientos de plantas con bellas esculturas.
La arquitectura es colonial contemporánea, con columnas de cantera, tejas de barro y talavera poblana, pisos de laja y grandes paredes de roca volcánica y loseta de barro española Maratzi. Bellamente decorados con jarrones y obras de arte.
El menú internacional con algunos platillos mexicanos es muy amplio y ofrece una selecta variedad de ensaladas, cremas, sopas y pastas, además de carnes a la parrilla, en horno de leña o mezquite, curries y pescados.
Los domingos la especialidad es la barbacoa de borrego y la cola de res estofada.
El pan es elaborado en su propio horno, lo que permite deleitarse con el sabor de un pan recién horneado.
Cuentan con un pequeño bar y los las tardes de los viernes, sábados y domingos, música en vivo.
Su propietario Don Rubén Cerda, es un excelente anfitrión que se ha preocupado por los más mínimos detalles para que su estancia en el Madrigal sea sumamente placentera.
Le recomendamos mucho reservar al teléfono 777 1007700, pues los fines de semana es muy concurrido.
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