Originario de Buena Vista de Cuéllar, Guerrero, Jesús nació el 15 de octubre de 1967, es hijo de Manuel Velazco Aranda y de Baudelia Botello de Velazco.
En las calles de su pueblo inició su gusto por jugar con un balón, siempre fue el líder que organizaba los equipos de futbol infantil en los que participó en torneos locales y ligas infantiles. Ya como juvenil jugó en primera fuerza un par de temporadas. Su buen futbol hizo que su tío Miguel Uribe, quien mantenía alguna relación con el equipo Zacatepec a través de varios amigos como La Cascarita Gutiérrez y Mario Marquina, hablara con su padre para que le permitiera ir a probarse con el equipo cañero.
Con tan solo 16 años Jesús llegó a Zacatepec, de inmediato lo recibieron y lo llevaron a los entrenamientos en la cancha de La Perseverancia, donde pudo demostrar sus habilidades con el balón.
Todos los días durante tres meses abordaba el autobús de la Estrella Roja, para hacer un viaje de una hora hasta Zacatepec, entrenar y por la tarde regresar a Buena Vista de Cuéllar, hasta que la directiva decidió firmarlo, con ello llegó la posibilidad de quedarse en la Casa Club, recibir alimentos y un pequeño sueldo.
“También me gustaba mucho hacer el viaje por tren, eran viajes muy bonitos admirando el paisaje, el tren hacía como hora y media, así que solo lo usaba los domingos que jugábamos los preliminares, pues salía a las 9 de la mañana y llegaba a Zacatepec como a las diez y media, nosotros jugábamos a la una, por lo que arribaba con suficiente tiempo para los encuentros de futbol”.
A los 17 años, Triquis Sotelo, ya directivo del equipo, lo envió a la selección juvenil sub-17, en donde buscó un lugar entre más de 200 jóvenes de todo el país. Chicharito quedó entre los mejores 24, y luego lo separaron en el último corte. Esa selección fue la del problema de los cachirules, es decir, los jugadores que ya no cumplían la edad pero jugaron con documentos falsos. De no haber incurrido en esa irregularidad, seguramente Jesús habría integrado esa selección.
Desempeñándose como extremo derecho o medio volante por derecha, Jesús tuvo la oportunidad de debutar en la Segunda División ante Cobras de Ciudad Juárez. Alfredo “El Harapos” Morales le brindó la oportunidad a los 70 minutos de juego en la ciudad fronteriza, el 29 de agosto de 1987.
La gran cantidad de jugadores que producía la cantera de Zacatepec, hacía que los puestos titulares fueran muy peleados y se relucieran las oportunidades de jugar, por lo que algunos jugadores eran prestados a otros equipos como refuerzos, pero seguían entrenando en Zacatepec, tal fue el caso de Jesús, pues pasó a reforzar un equipo de Xochitepec. Velasco jugó una temporada más en Zacatepec, cuando llegó Carlos Turcato como técnico de los cañeros.
Para la siguiente temporada se fue a jugar a Guadalajara, para integrarse a las filas de la UDG, donde conoció a Rubén Maturano y luego pasó a los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Cuando Maturano toma las riendas del equipo Cañero, Jesús retornó a su primer equipo, pero nuevamente la gran cantidad de delanteros con los que contaba el club, hacen que la directiva lo mande a reforzar al equipo Tigres de Yautepec de la Segunda B.
Jugó luego para los Guerreros de Acapulco, por dos temporadas.
Tuvo la oportunidad de jugar para el recién ascendido Pachuca, bajo el mando de Benjamín Fal. Estuvo durante algunas semanas entrenando con el equipo en donde estaba ya Poli Cortés, antiguo compañero de Velazco en Zacatepec, pero finalmente no pudo llegar a un arreglo con la directiva.
Su siguiente aventura futbolística la vivió en Zihuatanejo, Guerrero, en donde participó en una liga regional muy competitiva.
“Había muy buen nivel en Zihuatanejo, bajaba gente del puerto de Lázaro Cárdenas Michoacán y de toda la Costa Grande de Guerrero, era un liga premier, ahí jugué varios años, en uno de esos juegos me vio Héctor “El Capi” Sanabria, quien quería que yo jugara nuevamente para el Acapulco. Hice el intento y hablé con Juan Alvarado, que era el entrenador, pero me ofrecían muy poco sueldo y yo estaba ya de 26 años, en aquellos tiempos era la edad límite para jugar en segunda división, por lo que finalmente no me decidí a regresar al Acapulco, que contaba con una buen plantel con jugadores como Américo Scatolaro”.
“Tuve muchos entrenadores a los cuales les aprendí mucho, como Cascarita Gutiérrez, Mario Marquina, Fernando “Cira” Dávila, Carlos Turcato, Rubén Maturano, Nacho Trélles, Bora Milutinovich en Tecos y me firmó el Pistache Torres en Tecomán. Luego regresé a Zacatepec con Maturano que me mandó a los Tigres de Yautepec con José Luis Colosia. Después estuve con Rodríguez Beltrán. Me fui a Acapulco y me firmó el gran y legendario jugador nacional Salvador “Chava” Reyes”.
Jesús decidió retirarse del futbol profesional y regresar a Buena Vista de Cuéllar, para jugar con equipos de la región en Iguala y Tierra Caliente, participó además en varias ediciones de la Copa Morelos. Hasta la fecha, Jesús sigue practicando el futbol, como él mismo nos dice “Esto es lo que nos gusta, así que seguiré haciéndolo, preparándome físicamente, cuidándome, hasta que Dios nos quite las ganas de jugar al futbol”.
Jesús está casado con María Luisa Trujillo y tienen tres hijos Johan Jesús, Osvaldo Jair y Regina y mantiene el negocio familiar de producción y venta de lácteos y quesos.
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