Este conjunto monacal fue fundado en 1548 y terminado en 1553. La fábrica muestra fuertes muros almenados, con una fachada en el templo muy sencilla pero de vigorosas proporciones. Su atrio tiene accesos por el norte y por el sur y ya no hay vestigios de las capillas posas. Lo que si podemos ver es el mausoleo que mandó hacer Emiliano Zapata para enterrar allí a los caudillos revolucionarios caídos en la lucha.
El ingreso al convento es por una portería adosada al muro norte de la iglesia, encontrándonos en planta baja las usuales dependencias; así como las celdas en la parte superior, donde se ven pinturas de excelente y delicada elaboración.