Originario de Taxco de Alarcón, Guerrero, Macedonio nació el 22 de enero de 1967. Cuando era muy pequeño, sus padres Macedonio Flores Ruiz y Rosa Mújica Castrejón, decidieron cambiar de residencia a Jojutla, muy cerca del centro, donde vive hasta la fecha.
El popular “pañales” se la pasaba en La Alameda del pueblo, jugando siempre futbol con sus amigos del barrio de Las Calaveras y del Centro, a veces hasta altas horas de la noche, alimentando sus sueños de jugar futbol profesionalmente algún día.
Al entrar a la secundaria fue requerido para integrar la selección de la escuela Benito Juárez, con la que participó en torneos estatales. Le tocó jugar un torneo del IMSS en la Ciudad de Cuernavaca, con el cual inauguraron la Unidad Deportiva Fidel Velázquez, ahí conoció al Profr. Sanmiguel y al Profr. Puente.
A los 15 años, se integró al equipo Picamosco Azteca de segunda fuerza.
Desde pequeño, Macedonio tuvo habilidades distintas para el futbol, su carácter dicharachero, alegre y atrevido, no pasaron desapercibidas para otro joven jojutlense, que ya entrenaba en las fuerzas básicas del Club Zacatepec, el “Che” Castrejón, que un buen día invitó a Macedonio a un partido en el Seguro Social de Zacatepec, ante el equipo IACSA de Cuernavaca. En ese partido lo observaron el Piteco Sánchez y Mario Marquina, al término del partido hablaron con Macedonio para integrarlo de inmediato a la plantilla de las reservas del Zacatepec.
Ese mismo fin de semana debutó jugando 20 minutos ante el Toluca, en el Coruco Díaz.
“Yo realmente tuve mucha fortuna, pues no viví el proceso de desarrollo dentro de las fuerzas básicas del Zacatepec, como la mayoría de los jugadores. Imagínate, Yo había ido al Coruco 15 días antes como aficionado y ví el partido desde las gradas y dos semanas después ya estaba jugando contra el Toluca”.
Fue entonces que se integró en la Casa Club y conoció a algunos de sus grandes amigos hasta la fecha, como Pibe Dávila, Fortino Rojas Soroa, Jaime Ríos, Zeferino Luna, Rolando Borja, Virueña, Urcino, además de José Manuel “El Che” Castrejón, entre muchos otros. El ser el mas pequeño de esa camada, le valió el mote de “pañales”.
Macedonio intregró durante tres años al equipo Zacamel, con el cual participó en el Torneo de los Barrios de la Ciudad de México.
Su hiperactividad lo hizo meterse en algunos problemas: “En una ocasión, estaban regando la cancha del coruco y se me hizo fácil agarrar la manguera, que por cierto tenía mucha presión y me metí con ella hasta los vestidores bañando a todos los que encontraba a mi paso, hasta al profesor Mario Marquina le tocó, obviamente me suspendieron un buen rato”.
Pero así como hacía travesuras propias de la edad, también tenía muy buenos detalles para sus compañeros, sobre todo con los que no vivían en la Casa Club y debían viajar todos los días desde otros horizontes, como Cuernavaca. “A veces compraba un buen bonche de tacos dorados de a 25 centavos del mercado de Jojutla y nos los comíamos al terminar el entrenamiento o a veces les regalaba mi vale de comida de la casa club, Yo en ese tiempo estudiaba en el Tec de Zacatepec el bachillerato de Técnico Topógrafo, entraba a las 7 de la mañana, tomaba una clase y luego atravesaba el Ingenio para llegar a entrenar de 8 a mediodía, luego regresaba a la escuela, fueron tiempos muy felices, pero muy pesados, pues me perdía de lo que hacían mis amigos de la escuela, como fiestas y reuniones, me daba tiempo solo de hacer la tarea, dibujar algunos planos y escuchar alguna plática de las aventuras mis amigos”.
“Recuerdo que en una ocasión me encontré a Francisco Zacarías saliendo de Banamex, me vio y me invitó a comer al restaurante La Carreta. Ahí observé como se sacó los fajos de billetes debajo de la camisa y me dijo que pidiera lo que quisiera, empezamos a tomar puras piñas coladas, pero yo no estaba acostumbrado y ya te imaginarás, llegué bien tarde a la Casa Club y hice un buen desmadre, y otra vez, suspendido 15 días”.
Nunca pudo debutar en el primer equipo de Zacatepec, al descender a segunda división ante Necaxa ya no le interesó seguir en el equipo.
Tuvo la oportunidad de jugar con los Zapateros de San Mateo Atenco, en donde estuvo entrenando dos meses con Roberto Matosas padre, pero las condiciones del lugar no le gustaron y se regresó para culminar sus estudios.
Macedonio terminó la carrera de Ingeniería Civil en el Tecnológico de Zacatepec y en 1989, el Gobierno del Estado lo distinguió con el reconocimiento como el mejor entrenador, por su trabajo con los jóvenes morelenses en la Escuela formativa Dismac, donde trabaja con todas las categorías infantiles y juveniles.
Estudió también como profesor de Educación Física, profesión que desempeña en la actualidad en el Instituto Morelos de Jojutla desde hace muchos años.
Macedonio se casó con Mireya Ortíz Marmolejo y tiene dos hijos, Diego Estefan que es Ingeniero Industrial y practica el básquetbol, además de Valeria Monserrat, que juega futbol, ella estuvo en el equipo femenil del Santos Laguna y ahora juega con las Cañeras del Zacatepec.
Macedonio fue también presidente de la liga de futbol de Jojutla 5 años y 9 años director del deporte de su municipio.
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