David Alfaro Siqueiros, uno de los tres grandes muralistas de México (los otros dos son Diego Rivera y José Clemente Orozco) vivió sus últimos diez años en Cuernavaca, aquí construyó un gran taller para trazar y construir los murales que decorarían el Centro de Convenciones que se proyectó erigir en el Hotel Casino de la Selva.
Como el taller era la matriz donde se gestaba la obra, le denominó desde entonces La Tallera. Don Manuel Suárez dueño del Hotel Casino de la Selva, inició entonces la construcción del Hotel de México (hoy World Trade Center) en la capital del país, y adyacente a él, el Poliforum Cultural Siqueiros, y por ello llevó la obra del maestro que se había diseñado originalmente para Cuernavaca, a la Ciudad de México.
Siqueiros pensó en tener un taller-escuela, pues creía que este era el método más eficaz para la enseñanza de la pintura. La Tallera se acondicionó con modernas instalaciones mecánicas para mover los enormes paneles que pintaba el Maestro Siqueiros, y un foso donde pudieran bajarlos, para trabajar en ellos a una altura conveniente al maestro, sin necesidad de utilizar andamios que pudieran resultar peligrosos.
David Alfaro Siqueiros falleció en su casa de Cuernavaca, el 6 de enero de 1974 y el taller siguió funcionando algunos años a cargo de su cuñado Luis Arenal, también pintor, hasta que fue abandonado.
En 1976, el ayuntamiento municipal construyó una explanada en el lado sur de la Tallera, como un homenaje al maestro. Actualmente es lugar para exposiciones y museo, donde se conservan algunas de las obras y fotografías del maestro Siqueiros, administrado por el INBA.
Se trata de un museo vivo de Arte Moderno y Contemporáneo que cuenta con la exposición permanente los murales, exposiciones temporales, talleres, conferencias, visitas guidas, Noches de Museos, Martes de Cine y que actúa como sede de otros eventos culturales.