Este conjunto conventual parece haber sido fundado por 1539, pero la construcción se realizó hasta bien entrada la década de los 60 y por lo que podemos ver nunca se terminó. A diferencia de los demás, este convento no tiene segundo piso en su claustro y es mucho más modesto que los otros pues se empleó en sus muros el adobe, con techos de vigas y teja, sin haber sido sustituido posteriormente.
Como particularidad se detecta una construcción, entre el claustro y la sacristía, que debió haber sido una capilla y el extraordinario nicho que, aunque más reciente, es de una factura tal que su talla en una sola pieza en madera, admira por su belleza y originalidad.
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